Existen diversos alimentos que son ricos en propiedades nutritivas y que son considerados como súper alimentos. El amaranto entra en este grupo, y aunque propiamente no es un cereal sus propiedades alimenticias son sorprendentes, se le ha tratado como uno de uno de los pilares de la alimentación en Mesoamérica junto con el maíz y el frijol.
Tiene un contenido alto en minerales como el calcio, hierro, fósforo y carotenoides que la mayoría de los vegetales. Es una fuente natural de lisina, que es un aminoácido con un contenido de proteína comparable al de la leche, contiene también proteínas primarias que son completamente solubles y digeribles.
Su consumo se hace principalmente como cereal reventado, en productos como alegrías, cereales, granolas, galletas, panques y bebidas. Son un auxiliar en la prevención del cáncer de colon, diabetes entre otras, y ayuda con el control de enfermedades como celíaca, insuficiencia renal crónica y se recomienda en la dieta para personas autistas.
También es empleado como una especia o un complemento gastronómico empleado como harina en la elaboración de panes y al ser muy denso suele emplearse en salsas, sopas y estofados ya que les brinda una consistencia más espesa y controlable. Así que puede ser consumido de muy distintas formas enriqueciendo cualquier dieta.